¿QUÉ SON LAS VACUNAS?
Las vacunas o inmunizaciones tienen dos objetivos fundamentales: proteger contra las enfermedades infecciosas a nivel individual y colectivo, y, a largo plazo, lograr la erradicación de las enfermedades, puesto que la inmunidad que dan las vacunas es para toda la vida.
La mayoría de vacunas protegen de enfermedades específicas, pero también hay otras que combinadas protegen más de una enfermedad, es el caso de la vacuna Triple Viral (Sarampión, Parotiditis y Rubéola) o la vacuna Pentavalente (Difteria, Tétanos y Tos Ferina, Hepatitis B y Haemophilus influenza tipo B).
¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LAS VACUNAS?
Por medio de las vacunas se han podido erradicar muchas enfermedades infecciosas que producían grandes epidemias y muertes como la Viruela y la Poliomielitis. En el caso de otras enfermedades como el Sarampión y la Rubéola, aunque no se ha conseguido erradicarlas del todo, se ha reducido en gran proporción el número de casos.
Si no vacunáramos a nuestros niños y niñas, estas enfermedades podrían volver a extenderse entre la población.
¿QUÉ SON LAS VACUNAS Y CÓMO ACTÚAN?
Las vacunas son sustancias que se introducen en el cuerpo del niño desde su nacimiento y en varios periodos de su vida, con el fin de contribuir a que el organismo desarrolle defensas que eviten la enfermedad.
Cuando se sufre una infección, el organismo reacciona produciendo unas sustancias llamadas anticuerpos o defensas, que nos defienden de la enfermedad y protegen frente a futuras infecciones.
La mayoría de las vacunas necesitan varias dosis para lograr una adecuada protección. Por eso es necesario ponerle al niño todas las dosis establecidas en el esquema de vacunación, respetando las fechas que se indican para su administración.
Un niño está bien vacunado cuando completa el total de las dosis recomendadas en el esquema de vacunación.